En esta ocasión, sin embargo, no cabe disparar sólo contra E. Aguirre y el ejecutivo madrileño, con la Consejera de Educación Lucía Figar al frente, pese a que bien sabemos (o deberíamos saber, por la cuenta que nos tiene) cuál es su verdadero interés por la educación pública (sus ideas pueden verse sin los tapujos habituales en su discurso del “Meeting de Rímini”, reunido anualmente por la organización Comunión y Liberación:
También el Gobierno central parece “apostar fuerte” por la educación pública (supongo que viendo lo bien que nos va en los informes PISA) y fijó una disposición en la Ley de Presupuestos del Estado que suponía cubrir sólo el 30% de las vacantes que se produjesen.
Impensando:
No hay comentarios:
Publicar un comentario